Las formas en las que podemos transmitir la literatura son tres:
- Cuentacuentos: Es la técnica más antigua, ya se usaba antes de que apareciese la escritura. Ésta técnica consiste en narrar un cuento (texto literario breve y de ficción). No utiliza referencias visuales (dibujos). El objetivo principal es que los receptores desarrollen su imaginación. Actualmente, como vivimos en la era de las tecnologías, los niños están perdiendo esa capacidad de imaginación así que debemos intentar contarles cuentos que no hayan visto en cuentos o que no los conozcan (importancia de tener cuentos folclóricos).
* Cuentacuentos de sala: Se ha puesto muy de moda entre los adultos pero en realidad son “actores” puesto que deben aprenderse de memoria y decirlo directamente con movimientos, gestos, volúmenes de voz, cambios de voz,… (como un monólogo cuyo contenido es una historia de ficción). Evidentemente, no es infantil porque para hacer cuentacuentos para niños tenemos que conocer la historia y recrearla según la reacción de los espectadores. Tenemos que sabernos la historia de memoria y seguir un hilo argumental. Con esas reacciones, tenemos que adaptarnos ya que lo que les interesa lo alargaremos, y lo que les distraiga, pasarlo rápido. Hay que interactuar con ellos en los momentos que surjan, por lo que podemos describir las cosas pero no de forma completa (para que imaginen).
Hay que ser expresivos con la voz y con el cuerpo para que disfruten. Dependiendo del cuento podemos hacerlo de pie, sentados,…
Podemos cambiar las voces PERO es difícil poner más de tres o cuatro voces si no eres profesional (hay que tener en cuenta nuestras capacidades de voces). Debemos decirles que les vamos a contar un cuento para no dar significados falsos: contar no es leer.
Usar marionetas no es cuentacuentos, es teatro. Nos podemos disfrazar (“el personaje de los cuentos”) usando pequeños detalles del cuento (caja/ baúl de los cuentos). Podemos acompañarlo de música, incienso (para cuentos indios),…; es decir, pequeños detalles para que sigan el cuento (ambientación) pero no significa que favorezca la comprensión, sólo da magia.
* Declamación: Recitar un poema. Requiere aprendértelo literalmente.
- Narración con libro: Implica tener un libro y leerlo, enseñando los dibujos. Podemos introducirlo solo que en vez de contarlo, se lee lo que pone en el libro. Es fundamental que vean los dibujos por lo que tienen que ser dibujos grandes para que los vean toda la clase.
Es la estrategia más utilizada en el primer ciclo de infantil porque como son tan pequeños, tienen menos vocabulario y necesitan de imágenes para comprender; es decir, se trabaja el razonamiento icónico (entender y aceptar que hay cosas que se representan la realidad pero no son la realidad). Se desarrolla desde los 2 hasta los 4 años más o menos.
- Lectura: Es aconsejable hacerlo mejor en el segundo ciclo porque hay menos interacción. Somos modelos lectores para los niños porque ven como se lee. Pueden ser textos con imágenes/ ilustraciones o solo texto en una página. Son textos muy bien escritos (Un bicho extraño). Podemos leer y mostrar la ilustración (si el libro es grande) después de cada página o al final para que imaginen y sean pacientes. Al ser más mayores, no necesitan ver las ilustraciones para comprender.
No se debe sobreacentuar.
Podemos ambientar antes el cuento, lo contamos o leemos, y después no hacer preguntas de comprensión, sino subjetivas (¿Te ha gustado?, ¿Qué personaje te cae bien?, ¿Y cuál mal?), aceptando cualquier respuesta, por absurda que sea.
LA HORA DEL CUENTO (para cualquier estrategia).
- En cualquier rincón de este planeta, tan grande y pequeño a la vez, se puede escuchar un cuento.
- El placer de leer va precedido por el placer de escuchar.
- Somos los adultos, con nuestras palabras, el texto de lectura que descifran nuestros hijos.
- El libro entra a formar parte de la vida del niño mucho antes de que sepa leer.
- No se necesitan cualidades especiales para poder narrar una historia, sólo es necesario que te haya llegado tan dentro que puedas transmitirla como si esa historia fuera única y especial.
- Cualquiera de nosotros puede convertirse en un transmisor de ilusiones, sueños y fantasías.